Este sábado Irán llevó a cabo los funerales de Estado de cerca de sesenta altos mandos, militares y científicos, quienes murieron durante la guerra de 12 días con Israel, con la participación del mandatario iraní, Masud Pezeshkian, y sin confirmar la presencia del líder supremo, Alí Jamenei.
Las imágenes mostradas en televisión reflejaron a una multitud en el centro de Teherán, en las procesiones fúnebres de los «mártires de la guerra impuesta por el régimen sionista», cuyos ataúdes estaban cubiertos con banderas iraníes y llevaban retratos en uniforme de los comandantes fallecidos.
«Los iraníes dieron su sangre, no su tierra; resistieron una lluvia de bombas, pero no se rindieron», escribió en Instagram el ministro de Relaciones Exteriores, Abás Araqchi.
Las administraciones públicas y muchas tiendas cerraron el sábado para rendir homenaje a los fallecidos.
Mohamad Baqeri, el oficial de más alto rango de las fuerzas iraníes que murió el primer día de la guerra será enterrado con su esposa y su hija. Era el responsable del ejército, de la Guardia Revolucionaria y del programa balístico del país; trabajó directamente bajo la autoridad del ayatola Jamenei.