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El ataque directo contra dos legisladores demócratas de Minnesota en sus hogares, que resultó en la muerte de la representante Melissa Hortman y su esposo, mantiene conmocionados a otros legisladores, por lo que el incidente los ha llevado a plantearse si necesitan escoltas a tiempo completo para protegerse.

«No quiero pensar que necesito seguridad personal a donde quiera que vaya, pero creo que realmente tenemos que mirar la situación en la que estamos», expresó la senadora demócrata de Minnesota, Tina Smith a la NBC News.

La otra senadora del estado, Amy Klobuchar, abordó directamente el ambiente político tóxico mientras recordaba a la representante estatal que fue asesinada en el ataque.

El ataque que mató a Hortman, a su esposo Mark, y que hirió gravemente al senador estatal John Hoffman y a su esposa, fue un escenario de pesadilla para los miles de estadounidenses que sirven como legisladores en los 50 estados y en Washington.

Durante eventos públicos asisten con poca o ninguna seguridad y viven con sus familias en comunidades políticamente divididas.

El FBI ha ofrecido una recompensa de 50 mil dólares por información sobre el sospechoso, Vance Boelter, de 57 años, quien fue objeto de una intensa búsqueda.

Los ataques se producen en medio de una reciente oleada de violencia política que parece provenir de todos los rincones ideológicos.