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Ferrari volvió a reinar en las 24 Horas de Le Mans por tercer año seguido, pero esta vez la victoria tuvo un matiz inesperado. No fueron los autos oficiales los que se llevaron la gloria, sino el equipo privado número 83, con un chasis Ferrari y un diseño en amarillo, que sorprendió a todos con una carrera sin errores. Kubica, Ye Yifei y Hanson lograron una victoria sólida en la edición 93 de esta clásica prueba.

El favoritismo estaba del lado de los autos oficiales, que habían ganado en 2023 y 2024. Sin embargo, incidentes estratégicos y mecánicos cambiaron el guion. El Ferrari 51 trompeó y el 50 sufrió un pinchazo, lo que les impidió completar el podio. Además, las órdenes internas evitaron una posible remontada en las vueltas finales.

Cadillac parecía tener ritmo para pelear, pero su desgaste nocturno lo relegó. Toyota tampoco pudo aspirar al podio debido a un problema mecánico. Fue Porsche quien firmó una actuación notable, con una remontada desde el último lugar de su clase hasta colocarse segundo, aunque sin amenazar al Ferrari 83.

Este triunfo fue especialmente emotivo para Robert Kubica, quien resurgió tras una carrera interrumpida por un grave accidente en rally. Para China también fue histórico: Ye Yifei se convirtió en el primer piloto del país asiático en ganar la prestigiosa carrera.

Las otras categorías también ofrecieron espectáculo. En LMP2, Inter Europol se llevó la victoria tras un emocionante adelantamiento en la última chicane. En LMGT3, el Porsche 92 lideró con autoridad, dejando atrás al Ferrari 21 y al Chevrolet 81. Le Mans volvió a ofrecer emoción, drama y hazañas inolvidables.