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El sueño del podio terminó para la Selección Mexicana Sub-20, que cayó 2-1 ante Dinamarca en el juego por el tercer lugar del Torneo Maurice Revello. Dos errores graves de la zaga azteca marcaron el rumbo del partido.

El primer golpe danés llegó tras una falla monumental de Ángel Chávez, quien erró un despeje y permitió que Alexander Lyng definiera con tranquilidad. México logró empatar antes del descanso gracias al oportunismo de Diego Sánchez.

En el segundo tiempo, Bernardo Parra se convirtió en protagonista involuntario al marcar un autogol en una desafortunada acción dentro del área mexicana. Ese tanto resultó definitivo.

A pesar de las variantes tácticas implementadas por Eduardo Arce, el equipo tricolor no logró inquietar más al cuadro europeo. Las ideas ofensivas se agotaron y el tiempo no fue suficiente para revertir el marcador.

El saldo final es desalentador: ningún triunfo en tiempo reglamentario y un rendimiento que dejó más dudas que certezas para el proceso formativo rumbo a futuras competencias.