El gobierno de Donald Trump decidió “pausar” temporalmente su campaña de redadas a discreción contra migrantes en determinados ámbitos, ante su aparente preocupación por la creciente impopularidad de estos métodos, según adelantó The New York Times.
Según un correo electrónico al que ha tenido acceso el rotativo y la confirmación de funcionarios estadounidenses, el Ejecutivo ha ordenado al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) que frene las batidas que afectan a la industria agrícola y a la hostelería.
La portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, confirmó en un comunicado que se obedecerán “las instrucciones del presidente” y que la cartera seguirá “trabajando para sacar de las calles de Estados Unidos a los peores delincuentes extranjeros ilegales”.
La decisión apunta a que esta campaña de arrestos a discreción para tratar de deportar a inmigrantes a gran escala ha perjudicado a industrias, y a circunscripciones electorales cuyo apoyo Trump quiere conservar de cara a las legislativas del año próximo.
Las nuevas instrucciones se transmitieron al ICE en un correo electrónico enviado el jueves 12 de junio en donde se pide suspender todas las investigaciones/operaciones de cumplimiento de la ley en centros de trabajo en sector de agricultura, incluyendo acuicultura y plantas empacadoras de carne, así como restaurantes y hoteles.