El gobierno ruso ha comenzado a perseguir productos culturales como las series “Games of Thrones”, “Sex and the City” y la franquicia “Harry Potter”, alegando que fomentan la llamada “ideología sin hijos”.
Esta ofensiva coincide con la entrada en vigor, el próximo 1 de septiembre, de una nueva normativa que prohíbe la difusión de mensajes que promuevan la decisión voluntaria de no tener hijos.
La medida forma parte de una estrategia más amplia del Kremlin para contrarrestar la baja tasa de natalidad que enfrenta el país, en medio de una prolongada crisis demográfica agravada por la guerra en Ucrania. Las bajas en el frente y el éxodo de hombres que huyen del reclutamiento han acentuado el declive poblacional.
La normativa establece que será ilegal difundir contenidos que justifiquen, promuevan o muestren de forma positiva la decisión de no tener hijos. También se sancionarán las representaciones negativas del embarazo, la maternidad y la paternidad.
Paralelamente, el gobierno ruso ha limitado el acceso al aborto y a métodos anticonceptivos, además de ofrecer incentivos económicos a mujeres embarazadas para fomentar la maternidad.
Las sanciones por violar esta normativa pueden alcanzar multas de hasta 400 mil rublos (unos 5 mil dólares) para individuos, 800 mil rublos (cerca de 10 mil dólares) para funcionarios y hasta 5 millones de rublos (alrededor de 62 mil 300 dólares) para empresas.