El clima extremo ha dejado muerte y destrucción desde el centro hasta el este de Estados Unidos. La cifra de muertos aumentó a 27 y los daños materiales son considerables en varias comunidades.
Kentucky registra la mayor cantidad de muertes con 18, la mayoría en el condado de Laurel, seguido por Missouri con siete y Virginia con dos, según funcionarios estatales.
El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, declaró estado de emergencia antes de que llegaran las tormentas y calificó la situación como una de las peores en términos de pérdida de vidas y daños materiales durante su gestión.
Expertos advierten que lo peor está por venir, las condiciones meteorológicas podrían empeorar, con tormentas y tornados aún más poderosos, lo que aumenta la preocupación por la seguridad de los residentes en las áreas afectadas.