Derek Carr ha decidido retirarse de la NFL tras una exitosa trayectoria de más de una década. El mariscal de campo de los Saints anunció su retiro luego de sufrir una seria lesión en el hombro que lo dejó sin margen para competir al más alto nivel. La decisión fue tomada tras consultar con su familia y el cuerpo médico del equipo.
El problema fue detectado en marzo, justo cuando intensificaba su preparación física. Una lesión degenerativa del manguito rotador, junto con un desgarro del labrum, lo alejaron definitivamente de los emparrillados. Desde diciembre no había lanzado con normalidad debido a una fractura en su mano izquierda.
Carr, elegido en la segunda ronda del draft de 2014 por los Raiders, tuvo una carrera estable en la NFL, con nueve temporadas en Oakland y dos en Nueva Orleans. Su contrato más reciente fue por cuatro años y 150 millones de dólares con los Saints. Sus estadísticas finales lo colocan como un jugador de peso en la liga.
En su emotivo mensaje, Carr expresó gratitud a quienes lo acompañaron durante su carrera: “Ha sido un viaje lleno de bendiciones. Gracias por su apoyo incondicional”. El comunicado fue bien recibido por la afición y sus excompañeros de equipo, quienes elogiaron su profesionalismo.
La plantilla de los Saints ahora está en manos jóvenes. Con las selecciones recientes de Jake Haener, Spencer Rattler y Tyler Shough, la franquicia inicia una nueva etapa. La incertidumbre que rodeaba la salud de Carr había generado dudas, las cuales finalmente se despejaron con su honesta declaración en abril.