El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instó a India y Pakistán a frenar la escalada de tensiones, tras los enfrentamientos más graves en dos décadas entre ambas potencias nucleares.
“Quiero que se detengan”, declaró Trump desde la Casa Blanca. “Nos llevamos muy bien con ambos países, tenemos buenas relaciones, y quiero ver que esto se detenga. Y si puedo hacer algo para ayudar, allí estaré”, añadió, reiterando su disposición a mediar, aunque sin anunciar por ahora ninguna iniciativa concreta.
Mientras tanto, el Ejército de Pakistán informó que al menos 31 civiles han muerto y otros 57 resultaron heridos como consecuencia de un ataque aéreo lanzado por India durante la madrugada, así como por el continuo intercambio de disparos en la Línea de Control, la frontera de facto entre ambos países en la disputada región de Cachemira.
El bombardeo indio se dirigió a varias zonas de la provincia paquistaní de Punjab y a regiones de Cachemira bajo control de Pakistán. Según Nueva Delhi, la ofensiva tuvo como objetivo exclusivo “infraestructura terrorista” en nueve ubicaciones y no afectó instalaciones civiles ni militares.
Sin embargo, el gobierno paquistaní desmintió esta versión y acusó a India de atacar instalaciones civiles, incluidas mezquitas y plantas hidroeléctricas.
En un mensaje a la nación, el primer ministro Shehbaz Sharif advirtió que la India enfrentará consecuencias, una postura también respaldada por otros funcionarios y por el Ejército.
La escalada de violencia entre las dos potencias nucleares, que mantienen un conflicto histórico por el control de Cachemira, se reavivó el pasado 22 de abril.
Ese día, un atentado perpetrado por hombres armados dejó 26 muertos en una zona turística de la Cachemira administrada por India. Nueva Delhi responsabilizó a Pakistán del ataque, lo que desencadenó la actual crisis diplomática y militar.