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Rodrigo Huescas ha sido sentenciado por el Tribunal Municipal de Copenhague a 20 días de prisión y una multa de 7,000 coronas danesas tras haber conducido a 110 km/h en una zona de 50 km/h, un acto clasificado como “conducción temeraria”. Además de la condena, el futbolista perdió su permiso de conducir y las autoridades confiscaron su vehículo.

El lateral mexicano, quien milita en el Copenhague, podría cumplir su pena bajo arresto domiciliario, dependiendo de un acuerdo con el Servicio Correccional danés. A pesar de que enfrentaba la posibilidad de ser deportado, las autoridades decidieron no tomar esta medida, limitándose a aplicar otras sanciones legales.

A través de un comunicado oficial, el club danés informó sobre las consecuencias que Huescas deberá afrontar. El canterano de Cruz Azul ha aceptado completamente la sentencia y no habrá castigos adicionales por parte del equipo. Sune Smith-Nielsen, directivo del club, consideró inadmisible la acción pero valoró la actitud de su jugador al asumir responsabilidades.

Huescas expresó públicamente su arrepentimiento: “Sé que hice algo potencialmente peligroso y muy malo. Lamento profundamente todas las consecuencias, especialmente el daño a mi familia y la incertidumbre causada”. El jugador ha mostrado disposición total para cumplir con la ley y enfrentar las consecuencias.

Durante su comparecencia, seguidores del Copenhague lo esperaban afuera del tribunal gritando “¡Huescas libre!”, mostrando su respaldo al futbolista. El episodio ha sacudido al equipo, pero también ha puesto a prueba la madurez del joven mexicano para asumir sus errores.