El cruce fronterizo de Eagle Pass y el del Paso fueron reabiertos este viernes luego de que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), que pertenece al Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, reanudó las operaciones ferroviarias internacionales en esa zona tras cuatro días con pérdidas por 500 millones de dólares.
“El CBP continuará dando prioridad a nuestra misión de seguridad fronteriza según sea necesario en respuesta a esta situación cambiante. Continuamos evaluando situaciones de seguridad, ajustando nuestros planes operativos y desplegando recursos para maximizar los esfuerzos de aplicación de la ley contra aquellos no ciudadanos que no utilizan vías o procesos legales como CBP One y aquellos que no tienen una base legal para permanecer en Estados Unidos”, respondió la oficina del Departamento de Seguridad Nacional de EU, ante la ola creciente de migrantes de manera ilegal.
Durante los cuatro días que duró el cierre de los cruces fronterizos para los trenes, tanto para exportar como importar, se tenían atoradas mercancías por un valor de 500 millones de dólares, monto que irá movilizándose en los siguientes días.
“Acabamos de recibir de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos un comunicado hace unos minutos, en donde nos indica que a partir de este mediodía de hoy, se van a reabrir los cruces ferroviarios que tenían cerrados”, informó el vicepresidente nacional de maquiladoras y franjas fronterizas de Canacintra, Thor Salayandía Lara.
El dirigente empresarial celebró la medida de las autoridades estadounidenses de reabrir los cruces, «seguramente en los siguientes días vamos a ver más actividad de lo común en el tren por toda esa mercancía, que se había quedado varada y por todos esos insumos que están atorados».
Destacó que para que se tomara esta decisión esta decisión “hubo mucho cabildeo por parte de empresarios estadounidenses y de políticos y también el empresariado mexicano estuvimos trabajando para que se diera esa reapertura sobre todo en la zona”.
Dijo que es el norte de Coahuila, en la ciudad de Piedras Negras y San Diego, donde estaba la mayor afectación.
Para evitar este tipo de medidas que afectan a la economía de ambos países, es necesario generar una nueva política migratoria que permita gestionar mejor a las personas en movilidad desde ambos países.
“Por un lado CBP debe gestionar sus propios presupuestos para que tengan con qué procesar a todos los migrantes y por otro lado, los gobiernos de ambos países tienen que buscar Acuerdos Migratorios con los países expulsores para que toda esta movilidad todo este éxodo sede de la manera ordenada de una manera ordenada”, consideró.