El Draft 2025 de la NFL marcó un antes y un después para Derrick Harmon. El joven liniero defensivo fue seleccionado en la primera ronda por los Pittsburgh Steelers, una noticia que normalmente simboliza la cima para cualquier jugador. Sin embargo, la felicidad se tiñó de luto con el fallecimiento de su madre esa misma noche.
Tiffany Saine, madre de Harmon, estaba internada en cuidados intensivos en los suburbios de Detroit. Luchaba contra secuelas de múltiples cirugías cerebrales y un derrame que había deteriorado su salud. A pesar de su delicado estado, Harmon logró compartirle la gran noticia antes de que ella partiera.
Durante sus primeras palabras como profesional, Harmon no ocultó el dolor. “Ella trabajó tan duro como yo para llegar hasta aquí”, expresó conmovido. “Cada jugada es para ella”. Consideró a su madre no solo como un motor emocional, sino como su mayor referente de lucha y superación.
Harmon siempre buscó maneras de agradecerle a su madre. Con recursos obtenidos por derechos de nombre e imagen en la universidad, le regaló una camioneta adaptada que mejoró su calidad de vida. Su conexión era profunda, marcada por sacrificios y un amor inquebrantable.
Los Steelers, con Art Rooney II al frente, lamentaron la pérdida y ofrecieron apoyo incondicional al joven novato. “Aunque celebramos su llegada al equipo, acompañamos a Derrick en este duro proceso”, declaró el directivo. La organización prometió estar a su lado, tanto en lo deportivo como en lo personal.