Virginia Giuffre, quien acusó al príncipe Andrés y a Jeffrey Epstein de abuso sexual, se suicidó a los 41 años en Neergabby, Australia, donde residía desde hacía varios años.
«Ella perdió la vida por suicidio, después de haber sido víctima durante toda su vida de abuso sexual y tráfico sexual», indicó un comunicado de su familia.
En el texto señalan que Giuffre fue una «guerrera feroz en la lucha contra el abuso sexual» y que el «costo del abuso… se volvió insoportable».
La policía de Australia Occidental informó que recibieron una llamada para reportar que una mujer había sido encontrada inconsciente en una casa en Neergabby. Al llegar los servicios de emergencia fue declarada muerta en el lugar.
Giuffre, de origen estadounidense, se convirtió en una destacada activista y estuvo estrechamente asociada con el movimiento Me Too, después de hacer públicas sus acusaciones de abuso.
Alegó que Epstein y Ghislaine Maxwell la traficaron con el duque de York cuando tenía 17 años.
El príncipe Andrés, que ha negado todas las acusaciones en su contra, llegó a un acuerdo extrajudicial con ella en 2022, que incluyó una declaración en la que expresó su pesar por su asociación con Epstein, pero no contenía ninguna admisión de responsabilidad ni disculpa.
