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El veterano árbitro de Grandes Ligas, Hunter Wendelstedt, fue golpeado en el rostro por una línea durante el séptimo inning del juego entre los New York Mets y los Minnesota Twins en Minneapolis. El impacto provino de una bola foul conectada por el jardinero Tyrone Taylor. Wendelstedt, de 53 años y con 28 temporadas en MLB, colapsó momentáneamente detrás de la primera base, aunque permaneció consciente y coherente. Fue atendido por el personal médico de los Twins y, tras aplicarse el protocolo de conmoción, se retiró del campo por su propio pie, sosteniendo una toalla en el lado izquierdo de su rostro. 

Todd Tichenor, jefe de la cuarteta arbitral, expresó optimismo respecto a la condición de Wendelstedt, señalando que esperaba que la lesión no requiriera más que algunos puntos de sutura. La MLB informó que el árbitro fue trasladado a un hospital local para realizarle pruebas adicionales y destacó que se encontraba de buen ánimo al comunicarse con el personal médico. ​

Este incidente se suma a otros episodios en la carrera de Wendelstedt relacionados con impactos durante juegos. En 2017, fue golpeado en la máscara por un lanzamiento de calentamiento del relevista Joe Kelly, lo que le provocó síntomas similares a una conmoción cerebral.  Además, en 2023, recibió un golpe en el codo por una bola foul durante un juego entre los Blue Jays y los Twins, lo que también lo llevó a dejar el encuentro. ​

La seguridad de los árbitros en el béisbol ha sido un tema recurrente, y situaciones como la de Wendelstedt resaltan la necesidad de revisar y mejorar las medidas de protección. La MLB podría considerar opciones como el uso de equipos de protección más avanzados, la implementación de protocolos más estrictos para evaluar la salud de los árbitros tras impactos y la rotación más frecuente de posiciones para reducir la exposición a riesgos.​