El delantero brasileño Neymar Jr. vivió una jornada amarga el pasado miércoles al abandonar el campo entre lágrimas en el minuto 34 del partido entre Santos y Atlético Mineiro, tras sufrir una lesión en el muslo izquierdo. Este nuevo contratiempo físico se produce apenas días después de su regreso a la titularidad, luego de superar una rotura del ligamento cruzado anterior que lo mantuvo fuera de las canchas por casi un año. El jugador de 33 años, quien había retornado al club que lo vio nacer con la esperanza de revitalizar su carrera, suma ahora su tercera lesión desde su regreso a Brasil. A pesar de la victoria de Santos por 2-0, la imagen de Neymar siendo retirado en camilla y visiblemente afectado eclipsó el resultado positivo para el equipo.
La situación de Neymar ha generado un intenso debate en el ámbito futbolístico brasileño. Su historial de lesiones recientes y su limitada participación —nueve partidos, tres goles y tres asistencias— han llevado a cuestionamientos sobre su estado físico y su compromiso con el equipo. La reciente eliminación de Santos en el Campeonato Paulista, donde Neymar no participó debido a molestias musculares, coincidió con su presencia en el Carnaval de Río de Janeiro, lo que desató críticas por parte de la prensa y los aficionados. El periodista Renato Maurício Prado expresó: “La lesión no le impidió ir al carnaval”, reflejando el sentir de muchos seguidores que cuestionan la profesionalidad del jugador en momentos clave para el club.
Sin embargo, la constante fragilidad física del delantero y su contrato vigente hasta junio de 2025 plantean dudas sobre su futuro en el fútbol profesional y su capacidad para contribuir significativamente al equipo en lo que resta de la temporada.
Neymar Jr., quien ostenta el título de máximo goleador histórico de la selección brasileña con 79 goles en 128 partidos, enfrenta ahora un momento crucial en su carrera. Las opciones que se presentan son diversas: considerar una retirada anticipada, enfocarse en una recuperación completa para intentar un regreso competitivo o asumir un rol más secundario dentro del equipo.