Daniel Noboa fue reelegido presidente de Ecuador con 55.85% de votos, frente al 44.15% de la correísta Luisa González, cuando ya se ha escrutado 93.59% de actas. El abanderado del partido Acción Democrática Nacional (ADN) se impuso en segunda vuelta y aseguró continuar con su mandato hasta 2029.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) lo declaró ganador de la elección presidencial al evidenciarse una “tendencia irreversible”.
“Esta victoria ha sido histórica, una victoria de más de 10 puntos, de más de un millón de votos, con lo que no queda duda de quién es el ganador”, proclamó Noboa en su primera reacción, pero consideró penosa la actitud de su rival al no reconocer los resultados.
A las urnas estaban convocados más de 13.7 millones de ecuatorianos. En total acudieron a votar un 83.7% de los habilitados para sufragar, según el reporte definitivo del CNE.
Durante la campaña electoral, Noboa anticipó que si ganaba, impulsaría una Asamblea Constituyente para dejar atrás la actual Constitución, aprobada en 2008 bajo el mandato presidencial de Rafael Correa, con el objetivo de profundizar su lucha contra el crimen organizado y sus reformas para liberalizar la economía.
Sin mayor experiencia en la política, el mandatario, de 37 años y heredero de un millonario emporio familiar, llegó al poder en noviembre de 2023 para completar el mandato de Guillermo Lasso, quien ese año disolvió la Asamblea y acortó su propio periodo.
Si algo caracterizó los 16 meses del primer gobierno del presidente ecuatoriano Daniel Noboa fueron la cantidad de conflictos y desafíos que enfrentó, desde la violenta arremetida de bandas criminales hasta prolongados racionamientos eléctricos.
En abril de 2024, Noboa ordenó la incursión de la policía en la embajada de México en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas, sentenciado en dos casos de corrupción y requerido por la justicia en otro caso. El hecho ocasionó que México rompiera relaciones diplomáticas con Ecuador.