El presidente Donald Trump respondió a China que las represalias arancelarias adoptadas por el país asiático podrían resultar perjudiciales para su economía, al tiempo que se mostró optimista sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo comercial con Pekín. Así lo afirmó Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, quien destacó la fortaleza económica de Estados Unidos como un factor clave en estas negociaciones.
Según la vocera, el presidente está decidido a tomar decisiones que beneficien al pueblo estadounidense y confía en que China cederá ante las presiones para renegociar las relaciones comerciales.
“El presidente ha dejado muy claro que cuando Estados Unidos recibe un golpe contraataca con más fuerza”, declaró ante los medios.
Además, explicó que los aranceles forman parte de un esfuerzo por renegociar una agenda comercial global más equitativa, tras años de abuso por parte de otras naciones.
En respuesta a las últimas medidas arancelarias impuestas por Washington, China anunció este viernes 11 de abril un aumento de 84 a 125% en los aranceles sobre todos los productos importados desde Estados Unidos, lo que eleva el porcentaje total aplicado por Pekín a 145%.
El incremento arancelario y la incertidumbre sobre las negociaciones han generado caídas en los mercados financieros y temores de una posible recesión económica.
Sin embargo, Leavitt insistió en que esta situación es parte de un periodo de transición para restablecer la confianza de los consumidores y fortalecer la posición comercial de Estados Unidos.