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En un final cargado de controversia, los Angels de Los Ángeles derrotaron 4-3 a los Rays de Tampa Bay, en un juego marcado por una jugada insólita que cambió el rumbo del partido. El jardinero de los Rays, Christopher Morel, estuvo a centímetros de realizar una atrapada sensacional en la barda que hubiera evitado un jonrón de dos carreras. Sin embargo, un conocido aficionado terminó siendo protagonista: Zack Hample, célebre por coleccionar pelotas en los estadios, intervino justo a tiempo para frustrar la jugada.

Todo ocurrió cuando Kyren Paris conectó un elevado profundo al jardín izquierdo. Morel cronometró perfectamente su salto para alcanzar la pelota en el aire, pero Hample, con su guante en alto, la atrapó sobre la barda. Los Rays apelaron de inmediato por una posible interferencia del aficionado, pero tras revisión, los umpires determinaron que la pelota ya estaba fuera del campo y el jonrón fue válido.

La acción desató indignación entre los jugadores y fanáticos de Tampa Bay, quienes consideraron que Hample invadió el campo de juego. No obstante, la regla establece que si la pelota rebasa el muro en trayectoria de jonrón y un fan la atrapa sin invadir el terreno, la jugada es legítima. Según MLB.com, no hubo suficiente evidencia para anular la decisión arbitral.

Este momento terminó marcando la diferencia en el marcador, ya que los Angels aprovecharon el impulso emocional para sostener su ventaja. La derrota es especialmente dolorosa para Morel, quien ya se había ganado elogios por su defensa esta temporada. Pero ni su esfuerzo ni el reclamo de los Rays pudieron revertir el impacto de una jugada que quedará en la memoria por la intervención de un fanático más conocido por estar en el lugar y momento exacto.