En un incidente que ha conmocionado al mundo del fútbol inglés, un aficionado del Manchester United fue arrestado por presuntamente bofetear al jugador del Manchester City, Jack Grealish, al finalizar el derbi de Mánchester que concluyó sin goles en Old Trafford. El suceso ocurrió cuando Grealish se dirigía hacia el túnel de vestuarios y fue abordado por un seguidor de 20 años identificado como Alfie Holt, residente de Droylsden, quien le solicitó acercarse y, al hacerlo, lo agredió físicamente. Afortunadamente, Grealish no sufrió lesiones graves.
La policía de Greater Manchester confirmó que Holt ha sido formalmente acusado de agresión y deberá comparecer ante el tribunal de magistrados de Mánchester el 14 de julio. Tanto el Manchester United como el Manchester City han optado por no emitir comentarios adicionales debido a que el caso está bajo investigación criminal.
Este desafortunado episodio ha reavivado el debate sobre la seguridad de los jugadores en los estadios ingleses. Cabe recordar que en 2019, Grealish, entonces jugador del Aston Villa, fue agredido de manera similar por un aficionado del Birmingham City durante un partido. En aquella ocasión, el agresor fue sentenciado a 14 semanas de prisión y recibió una prohibición de 10 años para asistir a eventos futbolísticos.
Las autoridades futbolísticas y los clubes están bajo presión para implementar medidas más estrictas que garanticen la seguridad de los jugadores y prevengan futuros incidentes de esta naturaleza.