En una noche que prometía ser un desafío para los Phoenix Suns, la preocupación se apoderó del equipo cuando su estrella, Kevin Durant, sufrió un esguince en el tobillo izquierdo durante el tercer cuarto del partido contra los Houston Rockets. Durant, al intentar una jugada ofensiva, aterrizó de manera incómoda, lo que provocó la lesión y su inmediata salida del encuentro. Antes de abandonar la cancha, Durant había aportado 11 puntos y siete rebotes.
La gravedad de la lesión aún está por determinarse, ya que Durant será sometido a una resonancia magnética para evaluar el alcance del esguince. Dependiendo de los resultados, el tiempo de recuperación podría variar: una torcedura de Grado I podría mantenerlo fuera de las canchas entre una y dos semanas, mientras que una de Grado II podría extender su ausencia de cuatro a seis semanas.
La ausencia de Durant representa un golpe significativo para los Suns, que actualmente ostentan un récord de 35-40 y se encuentran en la undécima posición de la Conferencia Oeste, luchando por un lugar en el Torneo Play-In. En el partido contra los Rockets, Phoenix sufrió una contundente derrota por 148-109, a pesar de los 28 puntos aportados por Devin Booker.
Mientras Durant se recupera, los Suns deberán enfrentar una serie de partidos cruciales sin su alero estrella. El equipo confía en que jugadores como Devin Booker y Bradley Beal asuman roles más prominentes para mantener vivas las esperanzas de postemporada. La comunidad de Phoenix y los aficionados de la NBA estarán atentos a las actualizaciones sobre la condición de Durant y su eventual regreso a las canchas.