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El presidente Donald Trump y miembros de su gabinete de inteligencia desestimaron la filtración de un chat, donde altos funcionarios discutían planes militares de Estados Unidos en Yemen.

Trump reiteró su apoyo a su asesor de Seguridad Nacional, Michael Waltz, a quien calificó de un buen hombre y aseguró que aprendió la lección. 

Waltz incluyó a un periodista de forma accidental en una discusión en la aplicación de mensajería Signal sobre planes de guerra altamente sensibles.

En una comparecencia en el Senado, la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, y el director de la CIA, John Ratcliffe, negaron que se discutiera información clasificada en el grupo de Signal, del que ambos formaban parte.

“Mi entendimiento es que cualquier información que el secretario de Defensa compartiera, no estaba clasificada”, dijo Ratcliffe ante las preguntas de los miembros del Comité de Inteligencia de la Cámara Alta.

Gabbard, por su parte, se negó a declarar si usó su teléfono privado o su teléfono oficial para participar en el chat, en el que se incluyó por error a un periodista.

Jeffrey Goldberg, editor en jefe de The Atlantic, dijo en un artículo que Waltz lo agregó de manera inesperada el 13 de marzo a un grupo de chat encriptado en Signal que coordinaba la acción de Estados Unidos contra los Hutíes, un grupo rebelde yemení, por sus ataques contra el transporte marítimo en el mar Rojo.

En el artículo, el periodista detalla los mensajes recibidos, día a día, desde la puesta en marcha del plan hasta los ataques llevados a cabo el 15 de marzo contra los rebeldes yemeníes.

Mientras, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, cuya nominación al Pentágono fue muy cuestionada, negó la veracidad del reporte de The Atlantic y descalificó al periodista.