Paul Pogba, el destacado mediocampista francés, ha completado una suspensión de 18 meses por dopaje y está listo para regresar al fútbol profesional. La sanción, inicialmente de cuatro años, fue reducida por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) al demostrarse que la ingesta de la sustancia prohibida no fue intencional, sino resultado de un complemento alimenticio prescrito por un médico en Florida.
Durante su período de inactividad, Pogba enfrentó múltiples desafíos, incluyendo lesiones recurrentes y un intento de extorsión en el que estuvo involucrado uno de sus hermanos. Estos incidentes afectaron significativamente su carrera y bienestar personal, alejándolo de los terrenos de juego por un periodo prolongado.
Con 31 años y 91 partidos internacionales con Francia, Pogba busca relanzar su carrera en un entorno competitivo. Aunque aún no ha definido su próximo destino, se especula con posibles movimientos a la Major League Soccer (MLS) de Estados Unidos o a la Saudi Pro League de Arabia Saudita. Equipos como el Inter Miami, propiedad de David Beckham, podrían estar interesados en sus servicios.
A pesar de las especulaciones, Pogba ha decidido tomarse su tiempo antes de comprometerse con un nuevo club. Fuentes cercanas al jugador indican que esperará hasta el final de la temporada para evaluar sus opciones y asegurarse de que su elección sea la más adecuada para su futuro profesional.
El regreso de Pogba genera expectativas en el mundo del fútbol. Su talento y experiencia podrían aportar significativamente a cualquier equipo que decida incorporarlo, y su retorno es seguido de cerca por aficionados y expertos que esperan verlo nuevamente en acción al más alto nivel.