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El expresidente peruano, Pedro Castillo, fue trasladado desde la cárcel donde permanece en prisión preventiva hasta un hospital de Lima por presentar una descompensación en su salud, tras iniciar el lunes una huelga de hambre en protesta por el juicio por rebelión en su contra.

El tribunal de la Corte Suprema que lo juzga informó al inicio de la sesión del jueves que Castillo, de 55 años, había sido llevado al hospital para descartar un “trastorno hidroelectrolítico y una deshidratación leve”.

Sin embargo, el tribunal que procesa al expresidente peruano decidió continuar con la audiencia prevista, sin el exmandatario.

La jueza Norma Carbajal explicó que no es adecuada la suspensión de la audiencia, como planteó la defensa pública de Castillo y otros abogados de sus coinculpados, porque el exmandatario ha manifestado su renuencia a continuar con el juicio, en las sesiones anteriores, aunque será representado por un abogado público.

Castillo inició el lunes una huelga de hambre en protesta. La fiscalía ha pedido 34 años de cárcel por el presunto delito de rebelión, abierto en su contra por su intento de disolver el Congreso en diciembre de 2021 para evitar una votación de destitución y gobernar por decreto.

Dos médicos examinaron a Castillo antes de que fuera remitido al hospital y, según el documento que leyeron los jueces en la audiencia, estuvo casi una hora conectado “a una vía con suero” en la cama de su celda.