La jefa de Gobierno, Clara Brugada, presentó una propuesta para corridas de toros sin violencia en la Ciudad de México. Esto basado en la reforma constitucional de protección y cuidado a los animales aprobada el 2 de diciembre de 2024.
Durante un evento en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, Brugada reconoció el trabajo de ambientalistas y defensores de los derechos de los animales, subrayando la importancia de preservar el espectáculo sin crueldad.
De esta forma, en el espectáculo taurino se prohíbe la muerte del animal dentro o fuera de la plaza. Una vez concluido el espectáculo el toro deberá ser devuelto a su ganadería.
También queda prohibido el uso de objetos cortantes: banderillas, espadas y lanza. Sólo queda autorizado el uso de la muleta y el capote.
Los cuernos se protegen para evitar lesiones a otros animales o personas. Se limita el tiempo de la corrida a solo 10 minutos por toro, con un máximo de 30.
Esta propuesta se enmarca dentro de una tendencia mundial, en la que diversas ciudades han prohibido o reformado la tauromaquia para adaptarla a los nuevos estándares de bienestar animal.
La tauromaquia en la Ciudad de México ha generado controversia y tensión entre la tradición cultural y las preocupaciones por el bienestar animal.
Por ello, Brugada sentenció que la capital del país no puede mantener la crueldad como espectáculo, mucho menos permitir la prolongación del dolor y la muerte de un animal para el entretenimiento.