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Este miércoles 5 de marzo inicia el primer día de la Cuaresma en el calendario litúrgico cristiano.

Esta fecha marca el inicio de un periodo de 40 días de preparación espiritual que culmina en la Semana Santa y la celebración de la Pascua. 

En muchas iglesias alrededor del mundo, se lleva a cabo el rito de la imposición de la ceniza en la frente de los creyentes. Este acto simboliza la fragilidad de la vida humana y la necesidad de arrepentirse.

Las cenizas utilizadas provienen de los ramos bendecidos del Domingo de Ramos del año anterior, creando un vínculo cíclico entre el comienzo y el fin de la Cuaresma.

En diferentes partes del mundo, el Miércoles de Ceniza es celebrado con tradiciones y ceremonias propias. 

Durante los 40 días de la Cuaresma, los fieles suelen practicar el ayuno, especialmente los viernes. La Iglesia Católica establece que la edad ideal para hacer este sacrificio es entre los 18 y los 53 años. Durante este tiempo, se abstienen de comer carne y se limitan a una sola comida.

La tradición del Miércoles de Ceniza tiene sus raíces en las primeras prácticas penitenciales del cristianismo, remontándose al siglo IV. 

La Cuaresma comenzaba seis semanas antes del Domingo de Resurrección, pero debido a que los domingos eran días de descanso, el inicio del periodo de ayuno se adelantó al miércoles previo, dando lugar a lo que hoy conocemos como Miércoles de Ceniza.