El presidente Donald Trump vislumbra un nuevo programa de visados al que llamó “tarjeta dorada”, algo parecido a una green card, pero con un mayor nivel de sofisticación. El nuevo y ostentoso programa permitiría a “personas de muy alto nivel” una nueva “ruta hacia la ciudadanía”, dijo Trump. El precio, dijo, sería de unos 5 millones de dólares.
Su secretario de Comercio, Howard Lutnick, explicó que la tarjeta sustituiría al programa de visados EB-5, que ofrece de manera similar una vía a la ciudadanía para ciertos tipos de inversores extranjeros adinerados, pero que ha sido una oportunidad para hacer fraude.
Lutnick dio a entender que el gobierno sería más exigente en cuanto a quién podría optar a una tarjeta dorada, aunque los detalles eran escasos en esta fase inicial. “Nos vamos a asegurar de que sean maravillosos ciudadanos globales de talla mundial”, dijo Lutnick.
Trump añadió: “Será gente con dinero y gente que cree puestos de trabajo”. A la pregunta de si un oligarca ruso podría optar a una tarjeta dorada, Trump respondió con gracia: “Oigan, conozco a algunos oligarcas rusos que son buena gente. Es posible”.
El programa de la tarjeta dorada sería una fuente de ingresos para el gobierno, ya que muchas empresas pagarían la cuota de cinco millones de dólares para traer trabajadores cualificados.