Terror y angustia vivieron los asistentes a un festival en China cuando un robot equipado con inteligencia artificial salió de control y comenzó a agredir a los presentes. Los organizadores han minimizado el incidente, argumentando “un simple fallo del robot”.
Según testigos, el androide cambió repentinamente de dirección y se lanzó contra las personas, obligando a los guardias de seguridad a intervenir.
El video se volvió viral en redes sociales, desatando un debate sobre los riesgos de la inteligencia artificial y la seguridad de estas tecnologías en espacios públicos.
Las autoridades explicaron que el robot había pasado todas las pruebas previas sin problema y que el fallo no era previsible. Aseguraron que este incidente servirá como aprendizaje para evitar errores similares en el futuro.
El temor de que la IA pueda volverse incontrolable no es nuevo. Expertos en tecnología han advertido sobre la falta de regulaciones estrictas que garanticen que estos sistemas operen de manera segura.
Bill Gates ya había manifestado su preocupación sobre el impacto de la inteligencia artificial en diversos ámbitos. En su blog Gates Notes, escribió: “Esta tecnología podría transformar la naturaleza del trabajo y afectar a los empleos de una gran cantidad de industrias”, refiriéndose especialmente a sectores laborales que podrían verse profundamente modificados.
Este incidente en China retomó el debate sobre la regulación de la inteligencia artificial y la necesidad de establecer medidas que eviten que la tecnología se convierta en una amenaza para la humanidad.