Jared Cannonier llegó al UFC 102 con la necesidad de redimirse después de dos derrotas consecutivas. Gregory Rodrigues, quien llegaba invicto en sus tres peleas anteriores, representaba un desafío complicado. Desde el inicio, el combate se mostró duro para Cannonier, quien fue derribado en dos ocasiones durante el primer asalto por Rodrigues, lo que hacía pensar que la victoria se escapaba. Pero, como un verdadero guerrero, “Tha Killa Gorilla” no se rindió. Con resiliencia y estrategia, Cannonier comenzó a dominar en los siguientes rounds, haciendo uso de su poderosa pegada y aprovechando cada apertura de su rival.
En el tercer asalto, el estadounidense acertó un codazo derecho que dejó a Rodrigues tambaleando. El brasileño no pudo recuperarse a tiempo y terminó pidiendo la campana, ya que el golpe le dejó sin respuestas. Fue un punto de inflexión crucial en la pelea, que parecía inclinarse a favor de Cannonier, quien aprovechó ese momento para aumentar la presión y llevar la pelea a su terreno. A pesar de la ventaja que había tomado, Cannonier sabía que Rodrigues aún podría sorprender con sus derribos, por lo que no bajó la guardia.
El cuarto asalto fue el momento decisivo. Rodrigues, claramente agotado, no tuvo más energía para continuar defendiendo. Cannonier, consciente de la fragilidad de su oponente, lanzó un ataque demoledor. En apenas 20 segundos, el estadounidense arrasó con Rodrigues, noqueándolo con una combinación letal que dejó al brasileño sin opción de respuesta. Tras el triunfo, Jared expresó su satisfacción, afirmando sentirse como nuevo. Con 41 años y un récord de 18 victorias y 8 derrotas, sigue siendo un contendiente peligroso.
El veterano luchador dejó claro que no tiene intención de frenar su carrera, afirmando que podría haber peleado durante cinco asaltos más.
