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Funcionarios de alto rango del gabinete de Donald Trump iniciarán conversaciones de paz con negociadores rusos y ucranianos en Arabia Saudita.

Michael McCaul, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, informó que el secretario de Estado, Marco Rubio, el asesor de seguridad nacional, Mike Waltz, y el enviado de la Casa Blanca para Oriente Medio, Steve Witkoff, viajarán a Arabia Saudita para participar en el diálogo.

McCaul señaló que tenía conocimiento de que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, fue invitado a participar en las conversaciones. Además, el objetivo de estas negociaciones era organizar una reunión entre Trump, Putin y Zelenski “para finalmente lograr la paz y poner fin al conflicto”.

Por su parte, el presidente Zelenski anunció que visitaría Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Turquía, aunque no especificó las fechas de su viaje.

Aclaró, sin embargo, que no tenía planes de reunirse con funcionarios estadounidenses o rusos durante esas visitas.

“Puede que haya algo (sobre) la mesa, pero no sobre nuestra mesa. No he visto ninguna invitación (… para) que Ucrania se reúna con otros enviados”, declaró Zelenski.

El presidente ucraniano reiteró que su país no aceptará ningún acuerdo de paz que se alcance sin su participación o a sus espaldas. Además, subrayó que desea reunirse con Estados Unidos y Europa para definir una estrategia conjunta antes de cualquier posible encuentro entre Trump y Putin.

Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022, y actualmente ocupa aproximadamente una quinta parte del territorio ucraniano.

Moscú ha exigido que Kiev ceda parte de su territorio y se comprometa a ser neutral en cualquier acuerdo de paz.

Por su parte, Ucrania exige la retirada de las fuerzas rusas de los territorios ocupados y busca unirse a la OTAN o recibir garantías de seguridad equivalentes para prevenir futuros ataques de Moscú.

La apertura unilateral de Trump hacia Putin en sus demandas, junto con lo que parecen ser concesiones en las principales exigencias de Ucrania, genera preocupación en Kiev y entre los aliados europeos de la OTAN. Éstos temen que la Casa Blanca pueda llegar a un acuerdo “a espaldas de Europa”.