Donald Trump firmó una orden ejecutiva para reducir la plantilla de la administración pública y otorgar más poder al nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) encargado de recortar el gasto público bajo la supervisión de Elon Musk.
La orden instruye a las agencias federales a colaborar con el DOGE para reducir personal y limitar las contrataciones, para disminuir “significativamente” el tamaño del gobierno federal. También insta a los líderes de las agencias a limitar la contratación a puestos “esenciales”, prepararse para importantes reducciones de plantilla y restringir la reposición de vacantes tras las bajas de personal.
El mandatario compareció ante la prensa en el Despacho Oval de la Casa Blanca junto a Musk, que llevaba una gorra negra con las siglas MAGA, el eslogan de campaña de Trump, ‘Make America Great Again’ (“Hacer a EU grande de nuevo”).
Trump cedió la palabra a Musk, quien afirmó que la administración federal se ha convertido en una “cuarta rama no electa” y subrayó la necesidad de implementar controles de sentido común para reducir, entre otras cosas, gastos innecesarios.
El empresario minimizó las críticas sobre su papel en el Gobierno y los posibles conflictos de interés, dado que seis de sus empresas están bajo investigaciones por parte de once agencias federales, a las cuales ahora busca recortarles personal.
Musk aseguró que intenta ser lo más transparente posible, aunque no tiene intención de hacer públicas sus declaraciones financieras. “La transparencia es lo que genera confianza”, afirmó.
Por su parte, Trump respaldó la postura del CEO e Tesla, asegurando que no hay ningún problema con su papel.
Las acciones del DOGE, que incluyen el desmantelamiento de algunas agencias estadounidenses, la expulsión de decenas de miles de funcionarios y el acceso a algunos de los sistemas de pago más sensibles del gobierno federal, han provocado demandas y generado caos.