El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó impuestos de 25% a las importaciones de acero y aluminio a todos los países, incluyendo México y Canadá, los dos principales proveedores extranjeros de esos metales.
“Hoy simplifico nuestros aranceles sobre el acero y el aluminio”, dijo Trump en el despacho oval de la Casa Blanca, mientras firmaba las órdenes ejecutivas.
Los aranceles incluirán los productos metálicos terminados sin excepciones ni exenciones para los socios comerciales.
Trump añadió que sopesaría imponer aranceles adicionales a automóviles, productos farmacéuticos y chips informáticos.
Los nuevos aranceles afectan sobre todo a países aliados y en el caso de sus socios norteamericanos, Canadá y México, suponen una ruptura de facto del tratado de libre comercio que les une (T-MEC).
Estas medidas afectarán mucho a Canadá, principal proveedor de acero y aluminio de Estados Unidos. Brasil, México y Corea del Sur también son importantes proveedores de acero.
Durante su primer mandato (2017-2021), Trump ya impuso aranceles del 25% sobre el acero y del 10% sobre el aluminio. Fueron levantados posteriormente por él mismo y por su sucesor demócrata, Joe Biden.
Trump utiliza los aranceles como principal herramienta de su política económica. Su objetivo: reducir el déficit comercial estadounidense.