Fiscales de 22 estados demandaron al gobierno de Donald Trump por recortar el presupuesto para la investigación médica y salud pública en universidades de Estados Unidos.
La demanda, presentada en un tribunal federal en Boston, impugna también a los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH) por reducir recursos destinados a los llamados costos indirectos, incluidos los de laboratorio, facultad, infraestructura y servicios.
Los estados argumentan que la investigación para tratar y curar enfermedades humanas se detendrá y las personas perderán acceso a “la edición genética moderna, vacunas contra la gripe y curas para enfermedades como el cáncer, enfermedades infecciosas y adicción”.
El fiscal general de Rhode Island, Peter Neronha, dijo que el gobierno de Trump parecía “empeñado en desbaratar el progreso en este país”.
La semana pasada, los NIH anunciaron una reducción de pagos a los costos generales para las instituciones de investigación que reciben sus subvenciones, una política que podría dejar a las universidades con enormes huecos presupuestarios.
Actualmente, algunas universidades reciben 50% o más del monto de una subvención para destinarlo a personal de apoyo y otras necesidades, pero con el nuevo recorte se limitaría a 15 por ciento.