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La NCAA (Asociación Nacional de Atletismo Universitario) anunció una nueva política que prohíbe a las mujeres transgénero competir en deportes femeninos, alineándose con la orden ejecutiva firmada por Donald Trump. Con esta decisión, solo podrán participar en competiciones femeninas aquellas atletas asignadas como mujeres al nacer. La medida ha generado un intenso debate, ya que se estima que al menos 10 atletas trans compiten actualmente en la NCAA.

El presidente de la NCAA, Charlie Baker, respaldó la decisión afirmando que “los estándares de elegibilidad claros, consistentes y uniformes servirán mejor a los estudiantes-atletas”. La NCAA, que representa a más de 1.100 escuelas y 500.000 deportistas, busca con esto unificar criterios ante la diversidad de regulaciones estatales y judiciales sobre el tema.

La orden ejecutiva de Trump establece que el «sexo» debe interpretarse como el género asignado al nacer y faculta a las agencias federales para retener fondos a instituciones que no cumplan con esta disposición. Esta política refuerza una de las principales promesas de campaña del expresidente, quien declaró: «El deporte femenino será solo para mujeres».

Conocida por eventos icónicos como el ‘March Madness’ de baloncesto, la NCAA ahora se enfrenta a la polémica y a posibles desafíos legales tras adoptar esta medida de manera inmediata.