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Fueron recuperados los restos de las 67 víctimas del choque en pleno vuelo entre un avión y un helicóptero militar en Washington.

El servicio médico forense trabaja para identificar el último conjunto de restos. Sólo uno de los cuerpos no ha sido identificado.

La colisión ocurrió la noche del pasado miércoles cuando el avión estaba a punto de aterrizar en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, cobrando la vida de todas las personas a bordo en ambas aeronaves.

Sesenta pasajeros y cuatro tripulantes viajaban a bordo del vuelo de American Airlines que salió de Wichita, Kansas, entre los que había patinadores artísticos que regresaban de los Campeonatos Nacionales de Patinaje Artístico.

Los investigadores necesitan obtener más información del Black Hawk, el cual continúa sumergido, para corroborar los datos.

Los equipos de recuperación sacaron del río Potomac algunos fragmentos del avión, incluida el ala derecha, el fuselaje central y partes de la cabina delantera, la cabina de mando, el cono de cola y el timón.

El choque fue el más mortal en Estados Unidos desde el 12 de noviembre de 2001, cuando un avión comercial se estrelló en un vecindario de la ciudad de Nueva York poco después del despegue, matando a 260 personas a bordo y a cinco en tierra.