La tenista rumana Simona Halep anunció su retiro a los 33 años tras caer en la primera ronda del WTA 250 de Cluj-Napoca ante Lucia Bronzetti por 6-1 y 6-1. La ex número uno del mundo, dos veces campeona de Grand Slam, no pudo recuperar su mejor nivel tras una sanción por dopaje y múltiples lesiones. «Debo ser realista, no seré capaz de volver allí donde había llegado», expresó tras su último partido.
Su despedida deja un vacío en el circuito femenino, donde fue una de las grandes animadoras de la última década. Entre 2017 y 2019 dominó la clasificación de la WTA y se coronó en Roland Garros 2018 y Wimbledon 2019. Su trayectoria también incluye cinco títulos más entre 2020 y 2022, antes de la sanción que marcó su declive.
El punto de inflexión en su carrera ocurrió en 2013, cuando conquistó su primer título en Nuremberg tras tres finales perdidas. Ese año, su ascenso fue meteórico, sumando trofeos en Hertogenbosch, Budapest, New Haven, Moscú y Sofía, lo que la llevó a cerrar la temporada como la número 11 del mundo.
Con la emoción a flor de piel, Halep se despidió de su público en Rumania con palabras sentidas: «Tomo la decisión con el alma en paz. Quería jugar delante de ustedes y despedirme en la cancha». Aunque su regreso tras la sanción no fue el esperado, su legado en el tenis está asegurado.
