Diversos negocios, desde guarderías hasta tiendas de comestibles y salones de belleza, cerraron el lunes en todo Estados Unidos en un día de protesta contra las políticas del presidente Donald Trump para contener la inmigración.
Sin embargo, la participación en el “día sin inmigrantes” enfrentó obstáculos por parte de empleados y dueños de negocios que dijeron necesitar los ingresos, especialmente porque los rumores de redadas generalizadas están provocando que muchas comunidades de migrantes tengan miedo de salir, lo cual ha afectado incluso a algunas escuelas. La protesta del lunes se llevó a cabo luego de protestas callejeras el domingo en California y otros lugares.
Noel Xavier, director de organización para el Consejo Regional de Carpinteros de los Estados del Atlántico Norte, indicó que, aunque es importante recordarle al país el valor que los trabajadores migrantes aportan a las comunidades en las que trabajan, muchos trabajadores no podían permitirse tomar un día libre.
Jaime di Paulo, presidente de la Cámara de Comercio Hispana de Illinois, hizo notar que pequeños restaurantes y minoristas en los barrios latinos más grandes de Chicago cerraron, pero la mayoría de los grandes empleadores, al igual que los de la construcción y otros sectores, operaban normalmente.
El Burrito Mercado, que pasó de ser un pequeño mercado latino en la década de 1970 a uno de los negocios de restaurantes, servicio de banquetes y tiendas de comestibles más reconocidos en St. Paul, Minnesota, cerró todo un día en 2017, cuando se llevó a cabo la última protesta importante de este tipo al principio del primer gobierno de Trump.
Pero el lunes permaneció abierto unas horas con un equipo reducido, dijo su copropietaria Milissa Silva.
Sus padres emigraron de México, y la mayoría de los 90 empleados tienen raíces mexicanas. Pero muchos empleados expresaron preocupación por perder un día de trabajo y por privar a las personas del vecindario del acceso a los comestibles.
Aunque los agentes de inmigración continúan enfocándose en deportar a los migrantes que se considera son amenazas para la seguridad pública y la seguridad nacional, un gran cambio con respecto al gobierno del presidente Joe Biden es que ahora los agentes pueden arrestar a personas que carecen de estatus legal si se topan con ellas durante los operativos.