China anunció aranceles de represalia a ciertas importaciones estadounidenses y una investigación antimonopolio a Google, apenas minutos después de que entrara en vigor un amplio impuesto a productos chinos, como lo ordenó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Esta no es la primera ronda de acciones de represalia entre los dos países. China y Estados Unidos se involucraron en una creciente guerra comercial en 2018, cuando Trump aumentó repetidamente los aranceles a los productos chinos y China respondió cada vez.
Según los analistas, esta vez China está mucho mejor preparada y anunció una serie de medidas que van más allá de los aranceles y afectan a distintos sectores de la economía estadounidense. El gobierno también tiene más cuidado de no afectar a su propia economía, frágil y muy dependiente del comercio.
China dijo que implementaría un arancel del 15% sobre los productos de carbón y gas natural licuado, así como un arancel del 10% sobre el petróleo crudo, la maquinaria agrícola y los automóviles de gran motor importados de Estados Unidos. Los aranceles entrarían en vigor el próximo lunes.
“El aumento unilateral de los aranceles por parte de Estados Unidos viola gravemente las normas de la Organización Mundial del Comercio”, afirmó la Comisión Arancelaria del Consejo de Estado en un comunicado. “No sólo no ayuda a resolver sus propios problemas, sino que también perjudica la cooperación económica y comercial normal entre China y Estados Unidos”.