Donald Trump, presidente de Estados Unidos, firmó una ley que permite a las autoridades migratorias detener a migrantes por robos y otros delitos menores antes de que hayan sido condenados. Se trata de la aprobación de la primera ley desde el inicio de su segundo mandato el 20 de enero.
La rúbrica se realizó en la Sala Este de la Casa Blanca, ante un centenar de invitados, entre ellos familiares de Laken Riley, una joven asesinada por José Ibarra, un migrante venezolano cuya muerte inspiró la legislación.
“Estados Unidos nunca olvidará a Laken Riley”, afirmó Trump, quien aseguró que el migrante que la asesinó debería haber sido deportado.
Ibarra residía de manera irregular en Estados Unidos y tenía un arresto por un delito menor de hurto en tiendas, pero se le permitió permanecer en el país mientras su caso migratorio estaba en proceso. El migrante fue declarado culpable del asesinato de Riley a finales de 2024 y cumple cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
“En lugar de ser expulsado, como debería haber ocurrido, fue liberado en Estados Unidos., al igual que millones de otras personas, muchas de ellas muy peligrosas, pero ya ven lo que estamos haciendo: los estamos sacando de aquí”, advirtió Trump.