Durante el año pasado, las y los connacionales que viven y trabajan en Estados Unidos enviaron 65 mil millones de dólares como remesas a sus familias que viven en México, así lo destacó este domingo la presidenta de México, durante la entrega de tarjetas de las Pensiones del Bienestar en Chinantla, Puebla.
“Eso es como 1.3 billones de pesos de las familias que están allá que enviaron a sus familias (…) Eso es solidaridad, eso es fraternidad”, señaló.
Sin embargo, Sheinbaum Pardo puntualizó que si bien ese momento puede sonar grande, realmente solo representa 20 por ciento de lo que ganan los mexicanos en el país vecino del norte, pues el resto se queda en la economía estadounidense.
“El otro 80% se queda en Estados Unidos, se ahorra ahí, se gasta ahí, todos pagan impuestos, todos y todas son personas de bien, el pueblo de México es trabajador, somos trabajadores trabajadoras, el pueblo de México ha sacado adelante nuestra economía, pero también a la economía de Estados Unidos ¿qué sería de Nueva York, sin los mixtecos y las mixtecas?”, apuntó.
La primera mandataria recordó que ya sostuvo un par de llamadas telefónicas con Donald Trump, quien mañana toma posesión del cargo como presidente constitucional de Estados Unidos, para hablar sobre diversos temas de interés binacional, siendo el consumo del fentanilo uno de los que se han puesto sobre la mesa.
“Hablé con el presidente Trump hace algunas semanas, dos veces he hablado con él y en la segunda ocasión que hablé, me preguntó ¿ustedes tienen problema con esta droga tan terrible que hay en Estados Unidos que se llama fentanilo? (…) Y le dije la verdad, no, sí hay problema de drogadicción, pero esa droga no la consumimos los mexicanos y mexicanas, la drogadicción no es tan terrible en México, si es un problema, pero no es el principal problema”, detalló.
Finalmente, la presidenta reiteró que sin importar las políticas migratorias que pudieran iniciar mañana con la llegada del republicano a la Casa Blanca, el gobierno mexicano ya tiene listo un plan para recibir a todos los paisanos que pudieran llegar a través de la deportación o por voluntad propia; sin embargo, descartó que pueda existir un escenario tan extremo, pues, insistió, los mexicanos son parte del motor económico para Estados Unidos.