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La Asamblea Nacional de Corea del Sur, controlada por la oposición, votó por la destitución del presidente interino, Han Duck-soo, agravando aún más la crisis política desencadenada por la sorprendente imposición de ley marcial por parte del presidente Yoon Suk Yeol y su posterior juicio político.

La Asamblea Nacional unicameral aprobó la moción de destitución de Han con 192 votos a favor y ninguno en contra. 

Los legisladores del partido gobernante, el Partido del Poder Popular, boicotearon la votación y se reunieron alrededor del podio donde estaba sentado el presidente de la institución, Woo Won Shik, gritando que la votación era “inválida” y exigiendo su renuncia. 

La apertura del juicio político a Han significa que será despojado de los poderes y deberes presidenciales hasta que el Tribunal Constitucional decida si lo destituye o lo restituye. 

En un comunicado, Han dijo que su destitución era “lamentable” pero afirmó que respeta la decisión de la asamblea y suspenderá sus funciones para “no añadir más confusión e incertidumbre”. Esperará una “decisión rápida y sabia” del Tribunal Constitucional, agregó.