El receptor Nico Collins, figura clave de los Texans de Houston, fue multado con 5 mil dólares tras un inesperado gesto de celebración en el partido contra los Titans. Durante el segundo cuarto, Collins atrapó un pase de touchdown de 5 yardas y lanzó el balón a las gradas, donde un niño pequeño logró atraparlo.
Para Collins, este momento valió cada centavo de la multa. “Lo único que importa era hacer feliz a ese niño”, comentó. “Nunca va a olvidar ese momento. Está bien, pagaré la multa”. El jugador también expresó su sorpresa por la sanción, ya que en temporadas anteriores realizó acciones similares sin recibir penalizaciones.
“Vi que estaba gritando y pensé: aquí tienes, gran chico. Aquí está el balón”, explicó el receptor, quien lidera a los Texans con 832 yardas recibidas en lo que va de la temporada. El gesto de Collins se suma a su reputación como un jugador que prioriza conectar con los fanáticos.
Pese a la derrota de Houston ante Tennessee, el momento creó un recuerdo especial para el joven fanático, demostrando que el deporte va más allá del marcador.