El noreste de Estados Unidos se encuentra sumido en una tormenta invernal que ha cubierto áreas desde Nueva York hasta los lagos Erie y Ontario. Este fenómeno, conocido como nieve por efecto lago, resulta del choque entre aguas cálidas y aire ártico, creando un escenario extremo. Una ligera capa de nieve ya se apoderó de las instalaciones de los Buffalo Bills, cuyo Highmark Stadium en Orchard Park enfrenta un desafío climático.
Los Bills, liderados por Josh Allen, están listos para enfrentar a los 49ers de San Francisco este domingo. Con un récord de 9-2, el equipo está a un triunfo de sellar su quinto título consecutivo de la División Este de la AFC. Sin embargo, la tormenta podría complicar la logística del encuentro, pues el Servicio Meteorológico Nacional prevé condiciones de tormenta blanca.
Los aficionados locales han sido clave en situaciones similares. La franquicia tuvo que buscar voluntarios para retirar la nieve en el estadio, ofreciendo $20 por hora, comida y bebidas calientes. Este no sería el primer desafío: el año pasado, una tormenta obligó a posponer un partido de Ronda de Comodines contra Pittsburgh.
La gran nevada afecta también a poblados en Nueva York, Pensilvania y Michigan. Con 61 centímetros de nieve acumulada, las expectativas para el duelo entre Bills y 49ers son inciertas. Mientras San Francisco llega con 5-6 en el último lugar de la AFC Oeste, Buffalo busca consolidar su liderato en medio de este gélido espectáculo.