En el Allianz Arena, el PSG enfrentó algo más que al Bayern de Múnich: un ambiente hostil. Los aficionados bávaros dejaron claro su rechazo hacia el club parisino y, especialmente, contra su presidente, Nasser Al-Khelaifi. Fue una noche marcada por tensiones dentro y fuera del campo.Con pancartas contundentes, los seguidores del Bayern mostraron su oposición al modelo de propiedad del PSG y al poder que concentra Al-Khelaifi.
Uno de los mensajes más impactantes, escrito en francés, decía: «Ministro, propietario del club, titular de derechos televisivos, miembro del comité ejecutivo de la UEFA y presidente de la ECA, ¿todo en uno? ¿El fútbol es mío? Vete a la ***, plutocrático Al-Khelaifi».
Este tipo de protestas no es nuevo para Al-Khelaifi, quien es considerado una figura controvertida en el fútbol europeo por su rol como presidente de la Asociación de Clubes Europeos, Qatar Sports Investments y BeIN. Sin embargo, la claridad del rechazo bávaro destacó esta noche.
La pasión del fútbol une a los aficionados, pero también divide cuando se trata de temas como la influencia y el poder económico en el deporte. El mensaje de los bávaros fue directo: no aceptan lo que representa el presidente del PSG en el fútbol actual.