Saltar al contenido principal

En una noche que quedará grabada en los anales del hockey, Sidney Crosby, capitán de los Pittsburgh Penguins, alcanzó el legendario logro de 600 goles en la NHL. La proeza ocurrió en el segundo período contra el Utah Hockey Club, cuando Crosby convirtió un pase impecable de Erik Karlsson en un gol de Power Play. Este tanto no solo lo convierte en el jugador número 21 en la historia en llegar a esta cifra, sino que lo eleva a la cúspide de los grandes goleadores de todos los tiempos.

Mike Sullivan, entrenador de los Penguins, no ocultó su admiración. “Si está en una liga de élite”, declaró tras el partido. A sus 37 años, Crosby no solo se une a Alex Ovechkin como los únicos jugadores activos con 600 goles, sino que también se convierte en el segundo en la historia de los Penguins en alcanzar esta marca, después de la leyenda Mario Lemieux. El gol reafirma su estatus como una de las figuras más dominantes de la NHL.

En su vigésima temporada, Crosby sigue siendo el alma del equipo. Con 21 puntos en 23 partidos esta campaña, su consistencia es asombrosa: ha promediado al menos un punto por partido en 19 de sus 20 temporadas, igualando al legendario Wayne Gretzky. A pesar de un inicio complicado en octubre, el capitán ha resurgido con fuerza, consolidándose como una pieza clave en el éxito de los Penguins.

Más allá de los números, el impacto de Crosby trasciende la pista. Sus compañeros y rivales lo elogian no solo como un goleador nato, sino también como un maestro en crear oportunidades de juego. Con múltiples Trofeos Hart y tres campeonatos de la Stanley Cup en su haber, Sidney Crosby continúa escribiendo capítulos dorados en la historia del hockey, reafirmándose como una leyenda viviente del deporte.