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El mundo deportivo está en alerta tras una serie de robos a casas de jugadores de la NFL y la NBA, como Patrick Mahomes y Travis Kelce de los Kansas City Chiefs, o Bobby Portis y Mike Conley Jr. en el baloncesto. Lo que inició como incidentes aislados ahora apunta a un posible cártel sudamericano detrás de los robos. Las autoridades locales, junto con el FBI, investigan esta conexión para frenar la ola de inseguridad.

De acuerdo a la nota emitida por la NFL, el modus operandi es claro: los delincuentes identifican propiedades mediante registros públicos, las vigilan y aprovechan las fechas de los partidos para actuar. En el caso de Mahomes y Kelce, sus casas fueron saqueadas mientras jugaban un encuentro de Monday Night Football contra los Saints. Entre los bienes robados destacan joyas, dinero en efectivo y artículos de lujo.

La NFL no ha tardado en reaccionar y ha emitido una alerta de seguridad a sus jugadores, instándolos a reforzar la protección de sus hogares. Cámaras de vigilancia y sistemas avanzados de seguridad son algunas de las recomendaciones. Según la liga, estos criminales están específicamente apuntando a atletas de renombre.

Por su parte, tanto la NFL como la NBA priorizan la seguridad de sus estrellas y familias, trabajando con las autoridades para llevar a los responsables ante la justicia. La cooperación y las medidas de seguridad serán claves para evitar que estos delitos continúen afectando a los deportistas.