La jueza Tanya Chutkan aceptó conceder una pausa en el juicio que enfrenta Donald Trump en Washington por el asalto al Capitolio para que el fiscal especial, Jack Smith, evalúe cómo proceder. 

El fiscal del caso pidió la pausa para estudiar cómo avanzar teniendo en cuenta las políticas del Departamento de Justicia, que impiden investigar a los presidentes mientras estén en ejercicio y que, por tanto, obligarían a Smith a cerrar el caso.

Este 21 de noviembre estaba previsto que los abogados de Trump presentaran a la jueza su documentación sobre por qué no debería ser juzgado en Washington después de que el Supremo fallara que los expresidentes gozan de una amplia inmunidad judicial.

Un juez de Texas declaró ilegal un programa del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que aceleraba el proceso de obtención de estatus legal para cónyuges extranjeros de estadounidenses por considerar que excedía la autoridad ejecutiva de Biden.

El programa denominado “Keeping Families Together”, elogiado como una de las mayores iniciativas presidenciales para ayudar a las familias migrantes en años, permitía que los cónyuges y los hijastros de ciudadanos estadounidenses solicitaran una “tarjeta verde” -que les permite obtener la residencia permanente para inmigrantes- sin tener que salir primero del país.

La medida contra la deportación brindó una breve sensación de seguridad a las 500 mil personas que se estima que se podrían beneficiar de ella, hasta que el juez del distrito de Estados Unidos en Texas J. Campbell Barker la suspendió en agosto, días después de que los solicitantes presentaron la documentación.

Barker dictaminó el jueves que el gobierno se había extralimitado en sus funciones con la aplicación de la norma y estiró la interpretación legal de la ley de inmigración pertinente “más allá de su punto de ruptura”.

El virtual presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, reiteró que una de sus prioridades durante su segundo Gobierno, que comenzará a partir del 20 de enero de 2025, será tener una frontera «segura y protegida».

En entrevista para el canal NBC, el republicano, ganador de la elecciones el martes pasado contra la vicepresidenta, Kamala Harris, señaló que el asunto no era «una cuestión de precio».

«En realidad, no tenemos otra opción cuando la gente ha matado y asesinado, cuando los capos de la droga han destruido países. Ahora van a regresar a esos países porque no se quedarán aquí», subrayó.

Trump, sin embargo, destacó que al mismo tiempo que busca establecer una «frontera fuerte y poderosa», su administración apoya una inmigración legal: «No soy alguien que dice ‘no, no puedes entrar’. Queremos que la gente entre».

Durante su campaña, Trump prometió llevar a cabo una deportación masiva, una iniciativa cuestionada tanto por exfuncionarios federales, por el costo y la logística que ello implicaría; así como por organizaciones civiles, que han expresado su temor de que en dichas operaciones no se respete el debido proceso.