A solo tres días para la jornada electoral en Estados Unidos, la candidata demócrata, Kamala Harris, celebró un mitin en Georgia, y más tarde habló en Carolina del Norte. El republicano, Donald Trump, también estuvo en Carolina del Norte.
Harris criticó las amenazas del expresidente contra sus rivales políticos y diciendo que quienes discrepen con ella tendrán un «asiento en la mesa”.
Más tarde, en Charlotte, Harris tachó a Trump de estar consumido por la venganza, calificándolo de «cada vez más inestable», y reiteró su línea de que Trump está centrado en su «lista de enemigos» mientras que ella está centrada en su «lista de cosas por hacer”.
En tanto, Trump repitió la afirmación infundada de que los inmigrantes indocumentados están quitando el trabajo a los estadounidenses negros durante su mitin en Gastonia. También dijo falsamente que Harris le había llamado Adolf Hitler mientras criticaba a la vicepresidenta por hablar de unidad.
En realidad la vicepresidenta le ha llamado “fascista”, pero no Hitler.
Trump declaró que le iba «muy bien con los hombres» en su mitin en Carolina del Norte, pero reconoció la creciente brecha de género que ha causado alarma en algunos republicanos. Repitió que, pese a las críticas, «protegerá a las mujeres» si es elegido.
La ventaja de Kamala Harris sobre Donald Trump se está reduciendo en la recta final de la contienda presidencial estadounidense, con la demócrata por delante del republicano por un solo punto porcentual, 44 a 43%, según un sondeo de Reuters/Ipsos publicado el martes.
El sondeo, que duró tres días y se completó el domingo, muestra un empate efectivo de cara a los comicios del 5 de noviembre, con un margen de error de unos tres puntos porcentuales en cada dirección.