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En un partido vibrante en el histórico Estadio Centenario de Montevideo, Botafogo selló su pase a la final de la Copa Libertadores por primera vez en su historia, a pesar de caer 3-1 ante Peñarol. El resultado global de 6-3 a favor del equipo brasileño le permitió avanzar y soñar con su primer título en el torneo continental.

Peñarol, con la necesidad de remontar un marcador adverso, salió al ataque desde el inicio y presionó a un Botafogo que reservó a varias de sus figuras. Jaime Báez abrió el marcador con un golazo a los 30 minutos, encendiendo la esperanza de la afición uruguaya.

La expulsión del portero de Peñarol, Washington Aguerre, por una agresión a John en el final del primer tiempo complicó las aspiraciones del equipo local. Aunque la tarjeta roja a Mateo Ponte en Botafogo equilibró la situación, el equipo brasileño supo controlar el partido. Un contragolpe liderado por Thiago Almada sentenció el encuentro con el gol del campeón del mundo.

A pesar de la derrota, Peñarol se despidió del torneo con la frente en alto, mostrando un gran espíritu de lucha. Botafogo, líder del Brasileirao, ahora se enfrentará a Atlético Mineiro en la final, buscando agregar la Copa Libertadores a su palmarés.