Anoche, el mundo del baloncesto fue testigo de un momento histórico cuando LeBron James y su hijo, Bronny James, se convirtieron en el primer dúo de padre e hijo en jugar juntos en un partido de la NBA. Aunque se trató solo de un partido de pretemporada entre Los Angeles Lakers y los Phoenix Suns, la expectación era palpable. LeBron, ya una leyenda consagrada, comenzaba su temporada número 22 en la liga, mientras que Bronny, recién drafteado, daba sus primeros pasos como profesional.
El Acrisure Stadium vibró con la energía de la ocasión, con miles de aficionados ansiosos por presenciar este evento único. LeBron, siempre un competidor feroz, lideró a los Lakers con 19 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias en tan solo 16 minutos de juego1. Bronny, por su parte, experimentó las típicas dificultades de un novato, terminando el partido sin puntos, pero contribuyendo con 2 rebotes.
A pesar de la derrota de los Lakers ante los Suns (114-118), la noche perteneció a los James. Este momento histórico marca un éxito importante en la ilustre carrera de LeBron, quien a sus 40 años sigue desafiando las expectativas.
Mientras LeBron se prepara para lo que podría ser su última etapa en la NBA, la presencia de Bronny en la liga añade un nuevo capítulo a su legado. El joven James, aún por pulir, tiene la oportunidad de aprender del mejor y forjar su propio camino en el baloncesto profesional. Solo el tiempo dirá si podrá estar a la altura del apellido que lleva a cuestas.