Los Atléticos de Oakland se despidieron de su casa, el emblemático Oakland Coliseum, con una victoria 3-2 ante los Rangers de Texas. En medio de la emoción de los aficionados, el estadio, que fue hogar de múltiples títulos de la Serie Mundial y los legendarios Raiders de la NFL, vivió su último juego de Grandes Ligas. Con 47,000 personas en las gradas, los A’s dijeron adiós tras 56 años de historia.
El mánager Mark Kotsay se dirigió a los aficionados después del juego, agradeciendo a los trabajadores y seguidores que no seguirán al equipo en su mudanza. Con un tono emocionado, expresó su gratitud a quienes han sido parte de los Atléticos en estos años. Los A’s se trasladarán temporalmente a Sacramento mientras esperan la construcción de su nuevo estadio en Las Vegas, programado para 2028.

La decisión de trasladar la franquicia ha sido muy criticada por los fanáticos, quienes consideran que la historia y el legado del Coliseo no se pueden reemplazar. A pesar de que el estadio necesitaba una remodelación, la mudanza a Nevada ha dejado un sabor amargo entre muchos seguidores. Algunos decidieron no asistir al último partido, mientras otros aprovecharon para despedirse de un lugar cargado de recuerdos.

El Coliseo de Oakland ha sido testigo de momentos icónicos, incluidos 12 juegos sin hits y múltiples campeonatos de la MLB y la NFL. El legado del estadio seguirá vivo en la memoria de los aficionados al deporte, mientras los Atléticos comienzan una nueva etapa en su historia.